Cambiar nuestros estados de consciencia nos da nuevas perspectivas que reorganizan nuestra visión del mundo y nuestro sentir en él.

Hay muchas maneras de hacerlo: viajar es una, otra, siempre disponible es la respiración.

Las tradiciones ancestrales planetarias que son nuestro linaje, tienen tecnologías orgánicas, como los círculos de palabra, el rapé, y el uso de plantas enteógenas que nos permiten reconectar con nuestra esencia.

Escuchar el viento, el correr del agua y el crepitar del fuego.

Contemplar amplios horizontes.

Compartir alrededor del fuego como lo hemos hecho desde tiempos inmemoriales.

Conectar con la Tierra.

Sanarnos.