Herramientas para el buen vivir
¿Cómo te sientes al pensar que tienes necesidades?
¿Vulnerable?
Es posible que esta idea te incomode, si es así, esto se debe a que el discurso imperante nos propone ser héroes y heroínas solitarios que se bastan a sí mismos. Esta idea es una ficción.
La vida funciona en red, y somos posibles gracias a todos nuestros vínculos. Esto significa que además de ser relacionales, somos interdependientes.
Tenemos una serie de necesidades, que van más allá del gusto o el deseo ¿podemos querer ir o no al baño?…
Las necesidades nos llaman a la acción y cuando no las satisfacemos de maneras adecuadas entramos en insatisfacción, incomodidad y sufrimiento con nosotros mismos y con el mundo.
Por ejemplo: muchas de las personas que van a consulta sienten frustración por sentir que necesitan aprobación de otros.
Si esto sucede, además de trabajar la propia percepción, hago una invitación a observar y validar nuestras necesidades de reafirmar la propia identidad, sentir afecto y estar protegidos. Todas ellas necesidades muy humanas y mamíferas.
Sin embargo, no podemos satisfacerlas si no las reconocemos y las aceptamos como parte indispensable de nuestro bienestar.
Conocer nuestras necesidades es invertir en nuestra felicidad y plenitud.
Somos seres vivos con necesidades específicas, y entendemos implícitamente que la satisfacción de dichas necesidades sería un buen indicador de desarrollo.
Comprender que el desarrollo del ser tiene que ver con obtener recursos (materiales e invisibles) que permitan generar espacios y relaciones en los que podamos satisfacer nuestras necesidades.
Al realizar este proceso de manera sostenida estamos creando una vida buena y satisfactoria para nosotros mismos.
Este tema, investigado inicialmente por la psicología y posteriormente por la economía y el mercadeo, es fundamental en el proceso de autoconocimiento, puesto que sólo se puede ser un humano pleno cuando satisfaces de manera saludable tus necesidades.
Con más de 10 años de experiencia como terapeuta, he creado una serie de herramientas de autoconocimiento y transformación que te permitirán alcanzar tus objetivos y vivir la vida que deseas.
Funcionamos del mismo modo que una planta que necesita agua, luz y tierra, salvo que nuestras necesidades son más variadas (y no por ello menos importantes para nuestra supervivencia y plenitud).
Según el economista Max Neef se entiende que “el desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos”, es decir, los indicadores de avance tienen que ver con la calidad de vida, no sólo con la capacidad adquisitiva, lo que significa que la capacidad de satisfacción de nuestras necesidades son los indicadores de progreso y desarrollo.
Si bien esta teoría viene de la economía y se desarrolla pensando en la construcción de políticas públicas y modelos sustentables, el ejercicio que te proponemos tiene dos elementos:
- reconocerte como un ser humano interdependiente y necesitado de otros (sin que esto signifique juicio o culpa)
- asumir activamente tus capacidades de construcción de espacios y relaciones satisfactorias
Las necesidades no son sólo carencias, sino también y simultáneamente, potencialidades humanas individuales y colectivas que en el proceso de ser satisfechas pueden dar a luz civilizaciones, arte y cultura maravillosos.
El hecho de ser necesitado, significa simultáneamente que otros necesitan de ti. Hacer la paz con nuestra vulnerabilidad, significa abrazar el poder que habita en reconocer todo lo que somos y darle su lugar.
Cuando dejas de juzgar lo que necesitas y te aproximas desde la curiosidad y el cuidado que le darías a alguien que amas y necesita de ti (por ejemplo, un niño pequeño), traerás a tu vida alegría y satisfacción.
Las necesidades humanas son múltiples y están interconectadas, cada una de ellas para ser satisfecha, requiere el desarrollo de ciertas habilidades por parte de cada persona (ser), de la existencia de sistemas que los sustente (tener), de acciones específicas de realización (hacer) y de espacios para desenvolverse (estar).
Si quieres profundizar en tu proceso, me puedes escribir para acompañamiento personalizado, o adquirir uno o varios de los cursos que hemos diseñado para ti, como “Juegos de la Mente” “Navega tus emociones” “Bienestar y autocuidado” y “Convivir y disfrutar del encuentro”.